Durante el primer bimestre del año, Guerrero y estados de la frontera norte registraron caídas en el comercio minorista, principal indicador del consumo de los hogares.
Los efectos negativos del huracán Otis persisten sobre el sector económico terciario de Guerrero, pues el comercio registró una caída de 21.1% durante los dos primeros meses del 2024 en comparación con el mismo periodo del año anterior, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
La Encuesta Mensual sobre Empresas Comerciales (EMEC) refiere que Guerrero fue el único estado con una caída a doble dígito; al respecto, Alejandro Martínez Sidney, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (Canaco Servytur) de Acapulco, señaló una relación directa con el paso del huracán, en octubre del año pasado.
“Este fenómeno natural devastó la economía local y afectó gravemente a los comercios, que sufrieron tanto los efectos directos del huracán como los saqueos posteriores”, acotó.
El empresario expuso a El Economista que cerca de 38% de las empresas acapulqueñas no ha logrado regresar a la normalidad debido a las múltiples dificultades que enfrentan.
La cámara prevé que un número significativo de estas empresas no concluyan los esfuerzos de reconstrucción este año, especialmente en el sector hotelero de alta gama, que aún se encuentra en proceso de remodelación tras sufrir graves daños.
Recordó que la economía derivada de las segundas residencias, especialmente en zonas como Diamante, ha sido severamente afectada, lo que ha repercutido negativamente en el comercio, los servicios y el turismo local.
Cadena de suministros
En concordancia, Octavio de la Torre Stéffano, presidente de la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo (Concanaco Servytur), destacó la necesidad de fortalecer las cadenas de suministro y abastecimiento en el puerto de Acapulco de Juárez.
“Los efectos devastadores del huracán generaron desafíos en la disponibilidad de materiales necesarios para la reconstrucción, lo que ha influido en la dinámica de oferta y demanda, tanto de productos como de servicios”, dijo en entrevista.
A pesar de los esfuerzos para facilitar la recuperación económica en la región, la Iniciativa Privada se enfrenta a largos tiempos en la llegada de materiales y a la alta demanda de mano de obra.
“Aún falta mucho por levantar, la reconstrucción requiere de la presencia permanente del gobierno federal y estatal para poder establecer mecanismos e incentivos que ayuden a la recuperación al 100% de Acapulco”, puntualizó Martínez Sidney.
El impacto del tipo de cambio
Después de Guerrero, otras cinco entidades registraron una caída en el comercio minorista: Estado de México (-1.8%), Sonora (-1.5%), Tamaulipas (-0.7%) y Coahuila (-0.2%), siendo estos últimos los que comparten frontera con Estados Unidos.
Al cuestionar las posibles causas, el analista financiero Kristobal Meléndez explicó que esta disminución se atribuye al incremento de las importaciones, influenciado por un tipo de cambio más favorable.
En el contexto de la apreciación del peso, este fenómeno ha provocado que los productos importados sean más atractivos en términos de costos respecto a los productos nacionales, lo que genera un impacto negativo en la economía local de estos estados; se suma que son economías dolarizadas, por lo que tiene menos poder de compra el billete verde.
Al alza
Por otro lado, estados del Bajío destacaron por las mayores alzas: Aguascalientes (5.1%) y Querétaro (4.9%), los cuales viven la tendencia de relocalización de empresas y además “dependen menos del comercio exterior”, que sugiere que su crecimiento económico no está tan ligado a factores externos como el comercio internacional, lo que podría explicar su sólido desempeño económico en el contexto actual.
Hidalgo fue el estado que registró la mayor variación anual en comercio minorista durante el primer bimestre del año, de 6.3%, aunque el tamaño de su economía es menor. En tanto, la Ciudad de México, que es la economía más grande del país, únicamente mostró un crecimiento de 0.5 por ciento.