El titular de la Comisión Estatal de Seguridad (CES) de Morelos, José Ortiz Guarneros, negó que la desaparición, el fin de semana pasado, del obispo emérito de la diócesis Chilapa-Chilpancingo, Salvador Rangel Mendoza, se haya tratado de un secuestro exprés. Afirmó que el clérigo estuvo en realidad en el motel Real Ocotepec, adonde ingresó junto con un hombre que más tarde se retiró del lugar.

Luego de que se dio a conocer esta versión, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) expuso: Pedimos respetuosamente que se eviten conjeturas y especulaciones que enrarecen el caso de forma innecesaria, tomando en cuenta la dignidad humana. Asimismo, omitió referirse a lo ocurrido como un secuestro, y lo denominó temporal desaparición.

Ramón Castro, obispo de Cuernavaca y secretario general de la CEM, sostuvo que como Iglesia, confiamos en las instituciones, y eso nos lleva a dejar en manos de las autoridades la investigación.

Agregó que una vez que el jerarca de la Iglesia católica tenga las condiciones de salud requeridas, el mismo señor obispo Salvador Rangel rendirá su declaración e informará oportunamente sobre lo sucedido.

Anoche Rangel Mendoza fue trasladado del Hospital Morelos (privado) a su domicilio (se desconoce si al de Morelos o el de Guerrero) para su recuperación y se espera que cuando mejore su estado de salud declare ante la Fiscalía General del Estado (FGE), informó el abogado de su familia, Luis Alberto Gasca Cisneros.

Este último sustituyó ayer a Pedro Martínez Bello, quien hizo la denuncia por la desaparición del prelado y dio las primeras declaraciones a los medios de comunicación sobre el caso. Según se informó a Martínez Bello se le contrató sólo para presentar la querella.

Es delicado (el estado de salud del obispo); yo les puedo decir que platiqué con él, balbucea y le duele todo el cuerpo. Ahorita esperemos que ya llegue a su domicilio, obviamente con los cuidados que le tengan que dar, ya salió del hospital, agregó Gasca Cisneros.

Detalló que el prelado no está en un estado de gravedad; está delicado obviamente por los golpes que recibió y por las sustancias que le pudieron haber introducido involuntariamente. Mencionó que tiene golpes en el cuerpo y lesiones en las muñecas y en los dos brazos, “como forcejeo, más o menos.

Yo no tengo conocimiento que haya entrado a ningún motel; él no me manifestó nada. Hasta este momento las únicas declaraciones que hay de monseñor y su familia son de que no se sabe qué le sucedió, puntualizó.

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▲ Salvador Rangel Mendoza, obispo de la diócesis de Chilpancingo-Chilapa, Guerrero, desapareció el sábado pasado y fue localizado el lunes en el hospital general José G. Parres, en Morelos.Foto tomada de la cuenta de APD Noticias en X
Señaló que el purpurado es la víctima y que si las autoridades tienen pruebas, que las presenten. Exigió a la fiscalía morelense, que encabeza Uriel Carmona, agilizar y esclarecer el caso.

La tarde del pasado lunes, la CEM informó con profunda consternación sobre la desaparición del purpurado, de 78 años de edad, cuyo paradero se desconocía desde el sábado.

Dos horas después, el organismo anunció que el clérigo había sido ubicado y se encontraba en el hospital Hospital General Doctor José G. Parres de Cuernavaca, adonde fue llevado la mañana del domingo. La noche del día siguiente fue trasladado a un nosocomio privado.

Ayer, José Ortiz Guarneros, comisionado estatal de seguridad en Morelos, dijo que el obispo emérito de la diócesis Chilapancingo-Chilapa habría permanecido los dos días que no fue localizado en el motel Real Ocotepec, adonde ingresó por su propio pie junto a un hombre.

En ese lugar fue auxiliado por paramédicos que lo encontraron con deterioro neurológico, a expensas de estupor, sin pertenencias, y con blíster de dos pastillas de sildenafil (viagra), según el reporte.

Luego, en un examen toxicológico que se le realizó a su ingreso al nosocomio, el prelado resultó positivo a la sustancias de benzodiacepina (sedante) más cocaína.

Fuentes religiosas expresaron dudas respecto a lo que informó el funcionario estatal y mencionaron la posibilidad de querer desacreditarlo, debido a que el jerarca católico, junto con otros de sus colegas, protagonizaron diversos intentos de llegar a acuerdos de pacificación y tregua con integrantes del crimen organizado en Guerrero, ante la tremenda ausencia de Estado y la corrupción.

En entrevista colectiva ayer por la mañana en el municipio de Cuautla, Ortiz Guarneros aseveró, igual que lo hizo el gobernador interino, Samuel Sotelo Salgado, que aunque el fiscal morelense, Uriel Carmona, afirme que Salvador Rangel fue víctima de un secuestro exprés, nosotros sostenemos que no y mencionó que hay evidencias que demuestran lo contrario.

–¿En las imágenes se ve que el obispo iba forzado o por su propia voluntad? –preguntó un reportero.

–Hasta donde sabemos entró voluntariamente al motel, con una persona del mismo sexo, y esa persona después se retiró –respondió el comisionado de seguridad.