La plataforma de hielo Filchner-Ronne, la segunda más grande de la Tierra, es un inmenso bloque de hielo que se extiende por el sur del mar de Weddell, en la Antártida, y que, aunque cada año se derrite a mayor velocidad, aún está “relativamente estable”.

Pero si el calentamiento global supera los 2 ºC en comparación con el periodo preindustrial, las aguas profundas de la Fosa Filchner, bajo el hielo, se calentarían, lo que aceleraría el deshielo de la plataforma y provocaría “una subida sustancial del nivel global del mar”.

Así lo advierte un artículo publicado este martes en la revista Communications Earth & Environment, realizado por científicos del Instituto Alfred Wegener de Investigación Polar y Marina de Alemania.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores han modelado los efectos que tendrían sobre la temperatura del agua en el mar de Weddell algunos de los escenarios de emisiones planteados por el IPCC (el panel mundial de expertos sobre el cambio climático) para el mundo entre 2050 y 2100.

Los autores recuerdan que aún puede evitarse un calentamiento significativo del agua del mar de Weddell si se cumple el objetivo de 2 °C de temperatura del Acuerdo de París pero, si se superase este límite -advierten-, esto causaría “el calentamiento significativo y el consiguiente deshielo de la plataforma de hielo Filchner-Ronne”, que todavía está “relativamente estable”.

Un bloque de hielo del tamaño de España
La plataforma de hielo Filchner Ronne, con aproximadamente 430 mil km2 (casi el tamaño de España), cubre la parte meridional del mar de Weddell.

Por debajo, en la parte oriental de la plataforma, se encuentra la Fosa Filchner, una zona de aguas más profundas (de hasta mil 600 metros de profundidad en algunos puntos).

En esta fosa, la temperatura del agua está regulada por la corriente costera antártica, que hace que una cantidad variable estacional de agua profunda caliente fluya hacia la fosa.

Los periodos de tiempo en los que entra un mayor volumen de agua en esta fosa se conocen como ‘pulsos’ y se han relacionado con el aumento de la fusión de la base de la plataforma de hielo superior, aunque no está claro exactamente cuándo y con qué frecuencia se producen.

El equipo modelizó cómo cambiaba la cantidad de agua cálida profunda que entraba en la Fosa Filchner entre 2015 y 2100, en cuatro escenarios climáticos diferentes anticipados por el IPCC.

En el mejor escenario (SSP1, que cumple el umbral del acuerdo climático de París de no rebasar los 2 °C de calentamiento global), la frecuencia de los pulsos aumentó, y la temperatura media en la depresión subió 0,5 °C por encima de la media de 1850-2014 para 2100.

Pero, entre cada pulso, la temperatura en la depresión volvió a acercarse a la media de 1850-2014, lo que limitó la fusión de la plataforma de hielo.

En los demás escenarios, en los que el aumento de la temperatura media global era mayor, los pulsos aumentaban en frecuencia hasta que la depresión se llenaba de aguas profundas cálidas durante todo el año.

El estudio concluye que se produjera este aumento de la temperatura del agua en la fosa, “se produciría un fuerte incremento de la tasa de fusión de la base de la plataforma de hielo Filchner Ronne”, lo que supondría “una contribución significativamente mayor a la subida global del nivel del mar”.