Washington. El presidente ejecutivo de Boeing, Dave Calhoun, dijo el miércoles que el fabricante sólo apoyará la operación de sus aviones si confía “al 100 por ciento” en su seguridad.

“No ponemos en el aire aviones en los que no confiamos al 100 por ciento”, dijo Calhoun a la prensa en Washington antes de una reunión con senadores sobre la inmovilización de los 737 MAX 9 de la compañía en Estados Unidos.

Calhoun afirmó que Boeing entiende a la perfección “la gravedad de la situación”, añadiendo que los senadores tenían muchas preguntas, por lo que prometió ser lo más transparente posible al hablar del incidente de Alaska Airlines del pasado 5 de enero,

“Creemos en nuestros aviones”, apuntó. “Confiamos en la seguridad de nuestros aviones”.

Afectaciones para las aerolíneas

El director ejecutivo de Alaska Airlines, Benito Minicucci, declaró con enfado a NBC que las inspecciones realizadas por la aerolínea estadunidense en los aviones Boeing 737 MAX 9 revelaron que muchas de estas naves tenían tornillos flojos.

“No estoy simplemente disgustado y decepcionado, sino que estoy enfadado. Eso ocurrió con Alaska Airlines, con nuestros huéspedes y nuestra gente”, comentó Minicucci.

Agregando que Alaska Airlines llevará a cabo, como medida de precaución, un control adicional en la línea de producción de Boeing.

Por su parte, United Airlines advirtió este lunes que espera pérdidas en el primer trimestre de 2024 de entre 35 y 85 centavos por acción debido a la paralización de sus aviones Boeing 737 MAX 9.

Incidente el fin de semana

Un jet Boeing 757 operado por Delta Airlines perdió una rueda frontal mientras se preparaba para despegar en Atlanta el pasado sábado.

Se trata de un modelo más antiguo que los que han provocado preocupaciones de seguridad sobre la empresa, pero el incidente se produjo en un momento en el que uno de los principales fabricantes de aeronaves de Estados Unidos se encuentra bajo un intenso escrutinio.

El vuelo 982 de Delta con destino a Bogotá, Colombia, se desplazaba por la pista antes de despegar en el Aeropuerto Internacional Hartsfield-Jackson en Atlanta, alrededor de las 11:15 a.m. del sábado, de acuerdo con la Administración Federal de Aviación, que ya investiga el incidente.

La aeronave tiene 32 años de antigüedad.

“Todos los pasajeros y su equipaje fueron evacuados del avión, trasladados a la puerta de abordaje y llevados a un avión de reemplazo”, declaró Delta. “Ofrecemos nuestras disculpas a nuestros clientes por las molestias causadas”.

No hubo heridos, dijo un vocero de Delta a The Associated Press, añadiendo que se reemplazaron los neumáticos del avión y que éste fue puesto en servicio nuevamente al día siguiente.