Los 31 migrantes latinoamericanos de varias nacionalidades que fueron secuestrados el pasado sábado en el estado mexicano de Tamaulipas fueron rescatados sanos y salvos este miércoles.

«Acaba de informarnos el gobernador Américo Villareal que fueron rescatados sanos y salvos los 31 migrantes secuestrados en Tamaulipas. Gracias a las autoridades del Estado, a la guardia nacional y a las fuerzas armadas», anunció en su cuenta de X (antes Twitter) la secretaria de gobernación del gobierno de México, Luisa Alcalde.

Los migrantes «ya están en manos de las autoridades y se les hace la revisión médica correspondiente», indicó, por su parte, Jesús Ramírez Cuevas, portavoz de Presidencia de México.

Aseguró que el rescate fue posible gracias a la coordinación de las fuerzas federales y las autoridades estatales de Tamaulipas.

Los migrantes viajaban el sábado en un autobús que los llevaba a la línea divisoria entre ambos países, cuando fueron detenidos por hombres armados.

Estos subieron al vehículo, capturaron a 31 personas apunta de pistola y dejaron libres al conductor y a otros pasajeros mexicanos, que alertaron a la policía.

Los migrantes suelen ser el objetivo de grupos mafiosos, que los retienen hasta que sus familias pagan el rescate.

Las víctimas viajaban en un autobús comercial operado por la empresa Senda, que los llevaba desde la ciudad industrial de Monterrey hasta Matamoros, junto a la frontera con Estados Unidos.

Varias nacionalidades

El gobierno mexicano indicó este miércoles que entre los secuestrados había personas de varias nacionalidades: venezolanos, ecuatorianos, hondureños, colombianos y mexicanos.

La secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, especificó que el incidente se produjo “en la autopista Reynosa-Matamoros en el kilómetro 6, pasando la caseta de cobro”.

Los criminales obligaron “a 31 de los 36 pasajeros que viajaban en el mismo (autobús) a bajarse y a abordar cinco camionetas”, detalló.

La Fiscalía del Estado de Tamaulipas lideró la investigación junto con el gobierno de México, con la participación de la Guardia Nacional y las secretarías de Defensa, Marina y Seguridad.

Las autoridades llevaron a cabo un rastreo de los teléfonos para hallar a las personas involucradas en el rapto y analizaron imágenes de vídeo del autobús y usan perros rastreadores para buscar pistas sobre el paradero de los secuestrados.

Rodríguez destacó que el elevado número de secuestrados era inusual.

“Este tipo de eventos se daba con uno, dos o tres migrantes, pero este número en esa zona es atípico. No es una cuestión que se esté dando frecuentemente, pero nosotros tenemos confianza en que el operativo de búsqueda tendrá resultados, esperemos que más pronto que tarde”, afirmó, previamente al rescate.

Secuestros en aumento

Se desconoce de momento qué organización delictiva estuvo detrás de este incidente.

Defensores de los derechos de los migrantes han advertido en las últimas semanas de un aumento de los secuestros para pedir rescate.

El padre Francisco Gallardo, sacerdote católico que dirige un refugio para inmigrantes en la ciudad de Matamoros, declaró que los secuestros colectivos se han convertido en algo común.

Indicó que los migrantes que llegaban a su refugio le contaron cómo los delincuentes raptaban a familias enteras y amenazaban con matar a sus miembros si sus parientes no pagaban un rescate de varios cientos o miles de dólares.

El estado de Tamaulipas, donde se encuentra Matamoros, es conocido desde hace mucho tiempo por la violencia que sufren los migrantes.

En 2010 fue escenario de una de las peores masacres, cuando miembros de Los Zetas secuestraron a 72 personas de América del Sur y Centroamérica, y las mataron por negarse a trabajar para el cartel.

Debido al peligroso viaje a través de México, algunos tratan de buscar seguridad uniéndose a caravanas de migrantes, grandes grupos de personas que se dirigen a la frontera, muchas veces a pie.

Una de esas caravanas, con unas 7.000 personas, partió de la ciudad sureña de Tapachula en Nochebuena.

Sin embargo, el martes el grupo se dispersó y la mayoría aceptó una oferta para abordar autobuses hacia un centro de atención a migrantes en la ciudad sureña de Mapastepec.

Estados Unidos ha presionado a México para buscar modos de reducir el número de migrantes que tratan de llegar a la frontera.

López Obrador aseguró haber llegado a «acuerdos importantes» en una reunión con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, la semana pasada en Ciudad de México, pero no especificó cuáles fueron los pactos.

Entre enero y noviembre del año pasado se registró la cifra récord de 2,2 millones de migrantes que intentaron llegar a la frontera de EE.UU, según los últimos datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).