Vista general del edificio del Banco Nacional de México. Imagen de archivo. EFE/Mario Guzman

Especialistas del banco central mexicano ajustaron sus expectativas de inflación de manera que esperan se mantenga alta hasta el segundo trimestre de 2025

La desaceleración de la inflación no ha sido suficiente para entrar al objetivo del Banco de México, por lo que la autoridad monetaria decidió este jueves mantener sin cambios la tasa de interés referencia en 11,25%, la más alta desde que está vigente la política monetaria actual. Si bien los choques en los mercados causados por la pandemia de la covid-19 y por la guerra en Ucrania se han mitigado, existen otros riesgos al alza para el costo de vida en México, entre ellos una posible depreciación de la moneda y precios de energéticos altos.

“Desde la última reunión de política monetaria, las inflaciones general y subyacente anuales siguieron descendiendo. Sin embargo, ambas se mantuvieron elevadas al situarse en la primera quincena de septiembre en 4,44% y 5,78%, respectivamente”, señaló el Banco de México en un comunicado el jueves. Los especialistas que conforman la Junta de Gobierno del banco también ajustaron sus expectativas de inflación, de manera que postergaron una baja hacia el rango meta hasta mediados de 2025.

Sus previsiones están sujetas a riesgos, advirtieron. Los riesgos al alza incluyen una posible depreciación cambiaria “ante eventos de volatilidad financiera internacional”, mayores costos, un desempeño económico fuerte y presiones en los precios de energéticos o agropecuarios. A la baja están una posible desaceleración de la economía global mayor a la anticipada, menores costos y la apreciación del tipo de cambio. “Se considera que el balance de riesgos respecto de la trayectoria prevista para la inflación en el horizonte de pronóstico se mantiene sesgado al alza”, dice el comunicado.

La razón por la que el banco central elevó la tasa era para contener la inflación post pandemia que tocó el 8,7% en septiembre del año pasado. Una combinación de factores, incluyendo la política monetaria, ha logrado reducir la inflación pero sigue por encima del rango meta de la autoridad central que es un rango de entre 2% y 4%. En agosto, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la inflación interanual en el país se ubicó en 4,64%, con lo que sumó siete meses de desaceleración. El incremento mensual fue de 0,55%.

La política monetaria tiene sus limitaciones y no puede influir en, por ejemplo, el incremento en los precios derivada del crimen organizado, el cual algunos economistas han estimado es de dos puntos porcentuales.