En medio de una precampaña enturbiada por las críticas del presidente Andrés Manuel López Obrador hacia Gálvez, que la han ayudado a catapultar su candidatura, el Frente Amplio por México anunció que sólo cuatro de los 12 precandidatos que participaron en el proceso lograron reunir más de 150.000 firmas en 17 estados para pasar a una segunda etapa.

La coalición opositora en México culminó la primera fase del proceso para definir a su candidato presidencial y la senadora Xóchitl Gálvez sigue figurando como favorita para representar al bloque en las elecciones de 2024.

En medio de una precampaña enturbiada por las críticas del presidente Andrés Manuel López Obrador hacia Gálvez, que la han ayudado a catapultar su candidatura, el Frente Amplio por México anunció que sólo cuatro de los 12 precandidatos que participaron en el proceso lograron reunir más de 150.000 firmas en 17 estados para pasar a una segunda etapa.

Los precandidatos que alcanzaron las rúbricas requeridas fueron los senadores Santiago Creel, Beatriz Paredes, y Gálvez, y el político Enrique de la Madrid, hijo del expresidente Miguel de la Madrid, informó el vocero del comité técnico del bloque derechista, Arturo Sánchez.

El anuncio se dio entre las protestas de los precandidatos Silvano Aureoles y Miguel Ángel Mancera, ambos del opositor Partido de la Revolución Democrática, quienes cuestionaron el proceso de selección y advirtieron que la decisión acordada ponía en riesgo el rumbo y solidez de la coalición con vistas a los comicios.

Aureoles fue gobernador del conflictivo estado de Michoacán y Mancera, gobernador de la Ciudad de México.

El derechista Frente Amplio por México está integrado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y Partido Acción Nacional (PAN) y el exizquierdista Partido de la Revolución Democrática (PRD), el cual tiene un peso marginal en la alianza.

Gálvez, que pertenece al PAN sin ser militante, se mostró confiada del proceso y dijo a la prensa que luego de más de un mes de precampaña logró recolectar unas 555.000 firmas, que según versiones de prensa superaron considerablemente las obtenidas por el resto de los precandidatos.

A la pregunta de si será la candidata del bloque opositor, la senadora e ingeniera, de 60 años, respondió que habrá que esperar las siguientes etapas que se desarrollarán en las próximas tres semanas.

Durante la segunda fase del proceso, los cuatro precandidatos participarán en foros y encuestas. Los tres aspirantes que obtengan el mayor respaldo popular pasarán a una tercera fase que incluirá cinco foros regionales, nuevas encuestas, y una consulta ciudadana que se realizará el 3 de septiembre para seleccionar el candidato presidencial del Frente Amplio por México.

El partido oficialista Morena también inició en julio el proceso para elegir su candidato presidencial que se definirá el 6 de septiembre a través de encuestas.

En el proceso están participando el excanciller Marcelo Ebrard, el exsecretario de Gobernación, Adán Augusto López, los congresistas Ricardo Monreal, Manuel Velasco, y Gerardo Fernández Noroña, y la exalcaldesa de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, que figura como favorita para suceder a López Obrador, según encuestas internas de ese movimiento.

Si Gálvez obtiene la candidatura de la derecha y Sheinbaum la de la izquierda, dos mujeres se disputará la presidencia por primera vez en México, la segunda mayor economía de América Latina después de Brasil.

Durante las últimas semanas López Obrador ha enfilado sus críticas contra Gálvez a la que ha acusado de ser la candidata de los “conservadores” y la “oligarquía” y de beneficiar con millonarios contratos a sus empresas tecnológicas desde su puesto de funcionaria, y difundió en su conferencia matutina los balances fiscales de sus compañías, lo que llevó a la opositora a ejercer acciones legales contra el mandatario y a denunciarlo ante el Instituto Nacional Electoral.

Gálvez retó a Lopez Obrador a que muestre que las compañías de ella han recibido contratos de gobierno por 1.400 millones de pesos (unos 82 millones de dólares) en el curso de los años

Pero no sólo el centroizquierdista López Obrador ha censurado a Xóchitl Gálvez. El otrora dirigente del grupo opositor derechista Frente Nacional Anti-AMLO (FRENA), el iracundo y estridente Gilberto Lozano, ha aseverado en diversos programas de youtube que la senadora “es corrupta” y “traficante de influencias”.

FRENA carece de una influencia política importante para ser un verdadero rival contra el Frente Amplio por México y mucho menos frente a Morena, por lo que su papel en el debate nacional es casi inexistente.

El Frente Amplio además de tener como integrantes a los principales partidos políticos de oposición cuenta con un fuerte apoyo de empresarios, aunque no ha logrado convencer que se le sume el partido opositor Movimiento Ciudadano, que al parecer busca tener su propio candidato presidencial rumbo al 2024.

”Yo tengo cada uno de los contratos” relacionados con Gálvez, dijo al programa SinEmbargo Al Aire hace dos semanas en referencia a que la ley impide a un funcionario hacer negocios con el gobierno incluso en forma indirecta. Lozano también criticó a los demás aspirantes presidenciales del Frente Amplio por México y se mofó de que Gálvez y Creel se digan que son de izquierda. “Ahorita ya todos me salieron zurdos”, dijo Lozano en referencia a que Gálvez se haya descrito como “trotskista” y Creel como “izquierdista”.

El expresidente derechista Vicente Fox, que tuvo como funcionaria a Gálvez en su gobierno, le pidió que si gana la presidencia cancele todos los programas sociales que López Obrador puso en marcha en México como las ayudas económicas a adultos mayores, madres solteras y estudiantes. La postura de Gálvez no es clara al respecto.

Pese a que el organismo electoral solicitó a López Obrador no mencionar más a la senadora opositora, el gobernante ignoró la decisión y continuó atacándola en su conferencia matutina.

A inicios de mes el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación resolvió que los comentarios del presidente contra Gálvez pudieran constituir violencia política de género. López Obrador reaccionó contra los magistrados del tribunal electoral acusándolos de mentir y de “actuar de manera falsaria”.

En su conferencia matutina del miércoles, el gobernante fue más allá y desató una polémica al afirmar que “(en) todo lo que me dicen a mí, ¿no hay violación de género?, ¿o el género es nada más femenino”.

Al planteamiento se sumó su esposa, Beatriz Gutiérrez, quien cuestionó la postura del INE y se preguntó en su cuenta de Facebook “¿La violencia política de género solo se sanciona de hombres a mujeres?”

López Obrador sólo ha criticado a Gálvez, no a su familia, pero a la inversa la senadora ha descrito repetidamente a uno de los hijos del presidente como “talegón”, una palabra semiofensiva que en México significa alguien holgazán y bueno para nada.