La Alianza para la Aplicación del Comercio (Alliance for Trade Enforcement) encabezó una carta dirigida a la representante comercial de la Casa Blanca, Katherine Tai, en la que pide que se mejore la aplicación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y haga que México cumpla plenamente con el pacto comercial.

A la carta se unieron 16 asociaciones comerciales, entre ellas AdvaMedAmerican Petroleum InstituteBiotechnology Innovation OrganizationCoalition for Services IndustriesUnited States Chamber of CommerceMotion Picture AssociationNational Association of ManufacturersNational Foreign Trade CouncilPharmaceutical Research and Manufacturers of America United States Council for International Business.

“Han pasado tres años desde que el T-MEC entró en vigor y México ha fallado inequívocamente en implementar plenamente el acuerdo y a menudo toma medidas en contravención directa de sus compromisos con el T-MEC”, dijo Brian Pomper, director ejecutivo de la Alianza para el Cumplimiento del Comercio.

Ya Estados Unidos solicitó consultas de solución de controversias con México en el marco del T-MEC sobre ciertas medidas mexicanas relativas a productos de biotecnología agrícola, incluido el maíz.

Estados Unidos inició también el proceso para levantar el primer panel ambiental contra México en el marco del T-MEC, que están relacionadas con la protección de la vaquita marina, en peligro crítico de extinción, la prevención de la pesca ilegal y el tráfico de totoaba.

“Si bien la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos ha iniciado procedimientos de aplicación para abordar ciertas políticas injustas de energía y maíz biotecnológico, se debe hacer más para garantizar que estas y otras cuestiones se resuelvan para los Estados Unidos y para hacer cumplir los otros compromisos del T-MEC de México y mantener la credibilidad de las medidas ya adoptadas”, añadió Pomper.

Desde el ángulo de la Alianza para la Aplicación del Comercio, las infracciones del gobierno mexicano al T-MEC incluyen, pero no se limitan: políticas proteccionistas como cuotas de contenido que socavan el acceso de los creadores de cine y televisión estadounidenses al mercado mexicano; cambios a la ley mexicana de derechos de autor que socavarán las promesas de México bajo el T-MEC, y falta de competencia en el sector de las telecomunicaciones en México.

Además, argumenta que en México hay retrasos en el acceso al mercado de productos biofarmacéuticos, biotecnológicos y de tecnología médica estadounidenses; un sistema de protección de patentes inadecuado; promoción desleal de las empresas energéticas nacionales; exclusión del mercado mexicano de las empresas estadounidenses de servicios financieros, y regulación onerosa de los servicios en la nube.

Por último, cuestionó la no creación de un sistema de gestión de sustancias químicas basado en el riesgo.