La Nochebuena en Argentina se transformó en una noche sombría para más de 7 mil empleados públicos, quienes enfrentan la pérdida de sus empleos a partir del primero de enero, según el último decreto del presidente ultraderechista Javier Milei. El anuncio, realizado a través de un decreto de necesidad y urgencia (DNU), ha generado malestar y cuestionamientos sobre el impacto social y económico de estas medidas.

La decisión de Milei de no presentar su discurso frente al Congreso durante su asunción y su menosprecio hacia esta institución ha generado tensiones adicionales. Los cacerolazos, que surgieron a tan solo 10 días de su asunción, demuestran la insatisfacción de la población frente a estas medidas que parecen ir en contra de sus expectativas y necesidades.

La economía ya se ve afectada por la inflación y la disminución de las ventas, sumando incertidumbre sobre el futuro de las empresas públicas en el país.