El país se posiciona como receptor de dinero del extranjero con un crecimiento del 9,9% respecto a los primeros seis meses de 2022, según el Banco de México

Los envíos de dinero provenientes del extranjero a México continúan imbatibles. De enero a junio, el país recibió 30.238 millones de dólares, lo que supone un alza del 9,9% respecto al mismo periodo de 2002 y un nuevo hito en la recepción de remesas. De acuerdo con la información difundida este martes por el Banco de México, solo en junio el país recibió 5.572 millones de dólares, un alza del 8,3% respecto al mismo mes de 2022, el segundo mejor resultado mensual para el país, solo detrás de mayo pasado, cuando se recibieron 5.693 millones de dólares. Con este nuevo resultado, el arribo de dinero desde el extranjero suma cuatro meses por encima de los 5.000 millones de dólares.

La institución también ha informado de que durante el sexto mes de 2023, el envío promedio fue de 406 dólares. La cantidad de remesas permanece en niveles similares en este primer tramo del año, aunque desde hace meses el poder adquisitivo de las remenses ha caído a causa de la fortaleza que ha mostrado el peso frente al dólar. Las entidades que captaron el mayor número de remesas en junio fueron Jalisco, Guanajuato, Michoacán, el Estado de México y Ciudad de México, sitios que desde hace años se reconocen como expulsores de mano de obra a Estados Unidos.

El banco central mexicano ha precisado que en este primer semestre un 99% del total de ingresos por remesas fue realizado por transferencias electrónicas, mientras que los envíos por efectivo representaron solo un 0,8% y las llamadas money orders solo un 0,2%. En el acumulado de 12 meses, las remesas suman 61.232 millones de dólares, creciendo por 38 meses consecutivos.

Gabriela Siller, directora de Análisis de Banco Base, prevé que este año México cerrará con un flujo total de remesas por encima de los 63.200 millones de dólares. De llegar a este objetivo, el país aumentará en 8,1% su recepción de dinero proveniente del extranjero, respecto a 2022. “Considerando esta expectativa de crecimiento, una proyección de inflación de 4,6% al cierre del año y asumiendo un tipo de cambio de 16,80 pesos por dólar a partir de agosto, se proyecta que el poder adquisitivo de las remesas mostrará una contracción anual de 11% con respecto al 2022″, advierte Siller.

El Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (Cemla) acota en su más reciente informe que en los años recientes los migrantes latinoamericanos y del Caribe que residen en Estados Unidos han realizado un mayor esfuerzo económico para apoyar a sus familiares. “Uno de los aspectos fundamentales de las remesas es contribuir a compensar, si bien parcialmente, la situación de desventaja de los ingresos de sus familiares en sus países de origen. Esa desventaja se acentuó en 2020-2021, por los efectos negativos de la pandemia de Covid-19 en la economía de las personas y hogares. Además, en los años recientes se ha ampliado la brecha económica entre tales países receptores y la economía desde donde se envían las remesas”, refiere el análisis.