A diferencia de Facebook, donde los usuarios continúan regresando a la plataforma, en Twitter la historia es diferente: las personas han ido emigrando hacia otras redes.

Polémica tras polémica con Twitter. O chisme tras chisme. O error tras error. En cualquier caso, los usuarios son quienes pierden. Y creo -ahora sí- está más que cantada la muerte de esta red social.Y es que precisamente la polémica no para: desde que Elon Musk compró a Twitter ha habido una serie de cambios a nivel estructural en todo el mundo. Para empezar: el nuevo CEO realizó un despido masivo en diversas partes del globo, México incluido. Luego se volvió polémico porque inició el sistema de suscripción con Twitter Blue, obligando a pagar por la verificación con valor de 14.9 dólares, aproximadamente.Precisamente en ese tenor, también ideó una suscripción para empresas con un valor de casi 1,000 dólares mensuales. Muchas marcas inmediatamente salieron de Twitter. Y entre todo esto, se perdieron casi la mitad de las empresas que invertían ahí.

Y es que desde hace unos meses nadie sabe bien a bien el rumbo que tomará esa red social. Ha sido una plataforma muy influyente sobre todo a nivel político, generadora de noticias y, por supuesto, creadora de tendencias cuando se trata de eventos en vivo. De hecho, a Twitter se le llamó “la segunda pantalla”, donde puedes leer y enterarte de todo lo que pasa al mismo tiempo que ves el Super Bowl, por ejemplo. Además, fue gracias a esta red que nació el Real Time Content (Real Time Marketing, le llaman algunos otros) precisamente en un Super Bowl cuando la marca Oreo reaccionó al apagón de SB XLVII, por allá del 2013. Y, por supuesto, por si fuera poco, Twitter inventó el hashtag, una de las grandes herramientas a nivel digital que existe y que todas las redes sociales la utilizaron después.

Si bien ha sido una plataforma muy influyente, las cifras dicen otra cosa: desde hace algunos años el crecimiento ha sido prácticamente nulo. A diferencia de Facebook, donde los usuarios continúan regresando a la plataforma, en Twitter la historia es diferente: las personas han ido emigrando hacia otras redes: particularmente a TikTok. Para ponerlo en perspectiva: tan solo en el 2021 hubo 362.4 millones de usuarios activos y para finales de 2023 se espera que sean 353.9 millones de usuarios activos, según Statista. Un ligero, pero perceptible descenso.

Esta cifra es clara: Elon Musk no está ayudando a recuperar a los usuarios, aún más, los está presionando para abandonar la red social. Una de las últimas polémicas surgidas hace unos días es que los servidores de Twitter limitaron la lectura a menos de 800 tuits al día si es que no contabas con la verificación. Sobre esta decisión hay muchas teorías. Algunas tan creíbles como otras increíbles. Otras explicaciones polémicas acerca de la minería de datos de las empresas de Inteligencia Artificial y no sé cuántos chismes. Lo cierto es que los usuarios lo resintieron. Se molestaron. Se quejaron. En otras palabras: no están contentos. Y es de extrañarse porque el usuario que usa Twitter lo ha hecho desde hace algunos años y seguramente lo seguiría utilizando. Sin el menor temor a equivocarme: son los usuarios más fieles de todas las redes sociales a su red social: Twitter. Pero lo que noté fue precisamente que todos están enojados, malhumorados: se sienten decepcionados por el manejo de Elon. Esto no es poca cosa.

Precisamente otras plataformas también han “olido” lo que está sucediendo y creo yo que se están preparando para recibir a esos usuarios. Como decía mi abuela: “Si el río suena, es porque agua lleva”. Y es que precisamente hace unos días se anunció la nueva función de Instagram: Threads, que se utilizará como una especie de Twitter para los usuarios de Meta.